Orgia Mortal

Te gusta como canto Maria,?
Te juro que si me gano estos 390 millones nos tiramos en la cama y cojemos tres dias seguidos_

Juan ama a Maria, se lo ha dicho por lo menos 10 veces hoy, sin la necesidad de hablar demasiado. Maria tiene grandes senos rosados, una sonrisa perfecta y complice, y un deseo de seguir en cama que Juan corrobora cada vez que siente la palma de ella, cariñosamente por debajo de las sabanas, hacer un lento vaiven por entre medio de sus piernas.

Es entonces cuando Juan, que siente su corazon latir un poco mas fuerte,(un calor exquisito e insoportable en su cabeza)la necesidad de darse vuelta, con el brillo de las persianas, su cara segmentada, hacia Maria, que lo espera media tapada, con las piernas jugoasas y abiertas, y bajo un clima semicrepuescular...

La cama cruje silenciosa, temerosa...Juan observa su reloj de mano, son las 5:45, tiene que ducharse para ir al trabajo, lidiar con con sus clientes, y el tiempo que tiene que esperar lo excita y sobre excita después de coger por tres horas seguidas, las sábanas empapadas en sudor, libres de pudor, y con un viento tibio tras la espalda de Maria.

La besa en la frente, baja por su cuello, respirando lentamente, dejando que el aire que brota de su nariz, seque las gotas perlas de sudor de María, salada, Maria agriducle, Maria miel...

La prueba, humeda en su cuello tiene la nariz y los labios en sus pechos, baja hasta el ombligo y pone su frente en ella _Presiento que esto es inevitable..._

Mientras, Maria toma la cabeza de Juan entre sus manos y lo peina hacia atrás como cuanto Juan era niño, y lloraba cuando se caía en bicicleta, entonces su mamá con un gran besote en la frente lo tranquilizaba(eso pensaba Juan ; exquisita y grata metonimia. Penso...), llora con los pómulos apretados ,Ayyyy....!! gime al mismo tiempo, ríe, piensa un segundo después, no puede contenerse por más tiempo y empieza a gritar despacito, aprieta sus piernas porque sabe que viene el final....

Sabría que llega su esposo, que abriría la puerta y con un trago de más, y su pistola de servicio, estuvo celebrando quien sabe que,es lo que menos importa.

La noche no estaba para especulaciones, sino para algo concreto, asible y eternamente humano...

Nunca habia sucedido asi, siempre habian acabado dentro del tiempo estipulado, era una cosa segura y dentro estricitos márgenes de horario, demasiado ensayados y calculados

Cuando tu esposa te esta engañanado y los presencias in situ, con el rictus orgasmico eternizante, no hay palabaras que convenzan ni que valgan...


_Presiento que esto es inevitable..._

Solo no hay excusas, la capacidad de reflexionar ante tal espectáculo que te toco a tí y sabías o al menos eso pensabas, que eras un cabrón invulnerable!!!!, poderoso en tu estupido altar de moralidad publica y engaño intrafamiliar, te destruiría por completo, que sintieras el peso firme de la recursividad en tus piernas, y te desplomaras en pie aún... para que en dos segundos, la bala que amén sale disparada casi inconciente, através de la culata, se mezcle la transpiración-sudor de dos cuerpos prohibidos y deseados, e irrumpan en un sordo grito de placer, se mezcle con la sangre del último y penetrante abrazo de los dos amantes...

Una sola bala asesina y traidora, sin previo aviso, pone fin a una larga noche, de encuentros y desencuentros...

La mirada de Juan es aclaratoria, y la verdad es que a pesar de siempre tener preparado un discurso explicativo, una argucia o cualquier trampa mental, se quedo alelado, sin capacidad de volver a hablar nunca mas, se vio en un espejo, sabía que era una mierda estar del lado del otro tipo, y verse desdoblado, emulado y repetido por una cara desconocida, con las manos entre el sexo de Maria; aún con sus sexos erguidos, y la cara de una jornada grata y extenuante... _Presiento que esto es inevitable..._


El hombre arrodillado con el arma entre sus manos al lado de la cama, aprieta el gatillo lentamente, María no lo detiene ;se siente mal, no tiene ni siente deseos de argumentar y penso que cuando tal día llegara explicaría que ella era libre y que no tenía que darle explicaciones a nadie, pero se sintió otra, perdida en la mirada de su marido, ya no sentía la presencia de Juan al lado, sino la mirada oceánica, fría y penetrante de su esposo.

El, una vez que la bala se pierde en el aire, deja caer su cabeza entre los cuerpos, esta vez sudados y sangrientos y se confunde con la suya, los abraza luego de gastar unas cuantas balas en ese abrazo descomprometido y mortal, besa al amante y a su esposa, muerta con los labios fríos y azules, y apunta el cañon en su sien derecha, luego de ese ensordecedor silencio que confiere la automática con silenciador de calibre 32, los tres a las 10 (han pasado 5 horas ya...)se pudren bajo el sol de la naciente primavera, en una orgia mortal.....